sábado, 8 de octubre de 2011

Mi 1er día en el #SIG2011

A continuación comparto con ustedes imágenes e impresiones que quedaron en mi mente luego de mi 1er día en el Salón Internacional de Gastronomía. Les cuento que, a pesar de ciertos inconvenientes, el SIG2011 está más que interesante. Recomendado 100%.

Tres carpas, una para catas de vinos y destilados llamada María Isabel Mijares, nombre a mi parecer muy acertado y bien merecido; una carpa para degustaciones y charlas de cocina; y una tercera que es la principal para las ponencias magistrales, significan simplicidad a la hora de escoger a qué asistir y se agradece. Recuerdo en versiones anteriores que nos debatíamos entre las ponencias. Hoy baja la oferta pero se facilita la selección y se garantiza el lleno en todas.

Vale la pena ir a cada una de las tres carpas a cualquier hora. Este año, la organización se esforzó en ofrecernos ponentes de vanguardia y calidad. De verdad, provoca entrar a todas las ponencias. Además, si no deseas entrar a las ponencias, los expositores se esmeraron en presentar lo mejor en sus stands. No hay desperdicio: desde variedades de aceitunas, waffles, vinos y quesos, hasta las bondades del gran cocuy y cocteles preparados en vivo. Asistí el primer día desde las 230pm hasta las 1030pm y no tengo mayores quejas y sí muchas ganas de regresar.

Sí debo resaltar un par que, tanto yo como otros blogeros y hasta la misma María Isabel Mijares recalcaron, restan seriedad al evento:

1. Las copas, tanto de degustación como de catas son, cuando menos, inapropiadas. Las copas son las típicas copas de agua, de vidrio, por lo que te recomiendo que lleves tu propia copa. Eso sí, no la pierdas de vista, que malamañosos siempre hay en todas partes.

2. La iluminación en la sala de catas, donde estuvimos prácticamente todo el día, es pésima. Las fotos hablan por sí mismas. Es duro que lo diga así pero no hay otra forma.

3. La empresa contratada para audio y video podría esmerarse más en el servicio.

4. Reitero: Malamañosos hay en todas partes y, como en todas partes, es necesario tener las pertenencias a la vista en todo momento. Desafortunadamente, yo perdí mi teléfono en la sala de catas, de esos de la marca más deseada por los amigos de lo ajeno. Aún tengo la esperanza de que lo haya encontrado alguien de buena fe pero ya fue bloqueado para todas las operadoras.

Todo eso aparte, les dejo un registro de lo que fue mi primer día, una grata experiencia que espero que se repita en el segundo (hoy domingo):


Cristobal Sánchez y el Cocuy de Lara: un producto nacional de altísima calidad.



TuBuenVivir catando antes de servir. El servicio de esta gente es increíble. Se nota la entrega y la pasión por lo que hacen.

Chequeando el inventario para la cata de Hugo Casanova.


Descorchando.

Sirviendo.

Asistentes.

Hugo Casanova en sesión de preguntas y respuestas.


Cepa 21 ¿vale? - Este Ribera del Duero está muy bueno. Distribuye Di Masi.

Un pasapalo a manos de Helena Ibarra. Estos son los mejores tequeños que probarás en tu vida, punto.



La chef Helena Ibarra explicando que una cosa es el tequeño industrial y otra muy distinta es su tequeño. El proceso no se puede industrializar, como no se puede industrializar la cocina tradicional-artesanal.

"La cocina venezolana es cocina de tiempo y no es industrializable", Helena Ibarra.


"Estas no son horas de catar, más bien son horas de cantar", María Isabel Mijares. Cerramos la noche con broche de oro.

¡Nos vemos hoy en la tarde!

El Novato

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